El matrimonio infantil, la maternidad adolescente y las violaciones son experiencias que sufren muchas niñas y mujeres en Camerún. Casi una cuarta parte de las mujeres camerunesas ha sufrido algún tipo de planchado de senos. Las técnicas son diferentes según las regiones, pero el objetivo es el mismo: las matriarcas de la familia creen que con el planchado de senos se retrasará o disimulará la madurez de las chicas y así los
hombres las encontrarán menos atractivas. Existe una contradicción esencial entre el dolor físico causado por la práctica del planchado de senos y el amor que hace que madres y abuelas sigan llevando a cabo esta tradición para proteger a sus hijas.